DÍA 1
Lo primero: Tus errores te harán más fuerte... y avanzarás más rápido
Siempre ganarás si te arriesgas
Lo primero es perder el miedo a perder. Por eso los ganadores saben que cuando se lanzan siempre ganan. Los fracasos son experiencias y los triunfos quedarán para siempre. Así que ante un reto pregúntate siempre: "¿Qué es lo peor que puede pasarme?" Verás que no es para tanto y será una experiencia. Y te lanzarás. Y ganarás. Ganarás porque los premios siempre llegan si lo intentas. Siempre. Pero tu mayor placer no serán los premios, será tu sensación de confianza, de que dominas todo. Y a todos. Tienes valor y puedes con cualquier reto.
Cómo atreverte con todo
El miedo a fallar es un miedo estúpido. A la gente le preocupa bastante poco que te equivoques. No están tan pendientes como crees. Pero sólo la valentía de intentar ese proyecto, de intentar tu propio negocio o de hablar ese nuevo idioma ya te dará admiradores... y dinero. Y tus aciertos eclipsarán cualquier error por el camino.
Así que piensa: ¿Qué acción tendría un mayor impacto en mi vida hoy? Piensa en eso que tanto te impone y di: “Ahora mismo voy a…” Si das un pequeño paso será fácil. Cuando te lances será fácil seguir con ese negocio en tu tiempo libre, hablar con esas personas o continuar con ese viaje. Y no tendrás competencia porque nadie se atreverá. Si haces lo que te impone eliminarás a tus competidores de un plumazo porque el camino a la cima siempre está vacío. Mientras ellos lo piensan y repiensan, tú ya estarás arriba. Otra ventaja de atreverte es que con esa actitud conseguirás seguidores que darán la vida por ti. Lanzarte sin miedo a fallar será la vía rápida a tus objetivos y a construirte un equipo. La gente necesita un líder.
¿Fracaso? ¿Qué fracaso? Si actúas tus aciertos aplastarán como un rodillo tus errores.
MISIÓN 1
¿Qué es lo que más te impone hoy? ¿Es una persona, un proyecto o tomar una decisión personal? ¿A qué puedes lanzarte hoy que te de respeto? Piensa durante 5 minutos hasta dar con lo que MÁS te asusta y da un primer paso para vencer ese miedo. Un sólo pequeño paso. Vale visualizar tus movimientos o esbozar un mini plan en papel. Vale una llamada y vale recopilar un par de datos. La clave es dar un paso. Un sólo paso y habrás hecho lo más difícil.
2 Lo segundo: Por qué la gente es infeliz y no tiene éxito
Mejor que el talento, la claridad
Necesitas objetivos o trabajarás para los objetivos de otros
El olfato que te llevará a las personas y oportunidades increíbles
Si tienes objetivos propios todo serán casualidades a tu favor. Hasta un entorno odioso con gente odiosa te favorecerá. Te favorecerá porque desarrollarás un fino olfato para sortear dificultades. El mismo olfato que te llevará luego a personas increíbles que de otro modo no hubieras conocido. Los que te abrirán todas las puertas. Parece que las cosas no están conectadas entre sí, pero lo están. La solución aparece cuanto dices: “Estas son mis metas”. Entonces el universo se confabula contigo y tienes un radar para las buenas oportunidades. Algunas irán disfrazadas de mala suerte, pero tú sacarás petróleo de todo. Si repasas mentalmente tus metas por la mañana, por la tarde y por la noche mandarás sondas al exterior que activarán una fuerza superior. De repente encontrarás a un viejo compañero de clase que te presentará alguien genial. Descubrirás en un libro perdido el consejo clave para el negocio de tu vida. Mejorarás tus finanzas porque de tu hobby surgirán ganancias inesperadas. Lo tenías delante, sólo era necesario tener las ideas claras. No importa dónde estás sino tu dirección. Clarifica tus objetivos y el pasado se convertirá en una escuela de experiencia para ir más rápido. Haz como los ganadores que nunca se quejan de sus experiencias pasadas porque fueron una inversión. Gracias a ellas saben más y van muy rápido. Empieza hoy. Tu edad no importa. Céntrate con todas tus fuerzas en tus metas y sintonizarás con el universo. Tu sala de máquinas mental se pondrá a 200% y en un par de semanas conseguirás tus primeros objetivos.
MISIÓN 2
¿Cuál es tu objetivo más importante, aquel por el que renunciarías a todos los demás? Cuando lo tengas identifica que habilidad necesitas para conseguirlo y a partir de hoy vuélcate en ese talento. Si necesitas tener una buena memoria la tendrás. Si quieres relacionarte como el mejor lo lograrás y si quieres una disciplina de hierro también lo logarás. Pero primero clarifica tu objetivo principal. Así conseguir cualquier talento adicional será pan comido.
3 Lo tercero: Cómo vencer cualquier miedo
¿Si pudieras tener cualquier cosa que deseas, qué sería? ¿Qué le pedirías a la lámpara de Aladino? Si conoces tu gran meta vas bien. Pero ahora cambia esto: no pienses más en las pegas del camino, al revés, visualízalo como si ya lo tuvieras. Sueña despierto y así matarás tus miedos. Irás muy rápido si eres positivo. A continuación te diré cómo hacerlo.
La trampa del pasado
Sólo hay una verdad en tus miedos, que los creaste tu mismo. Los aprendiste de pequeño. Cuando naciste te atrevías con todo. No te rendías porque no podías andar, no te daba miedo intentarlo y caerte. Seguiste hasta conseguirlo. Pero luego empezaste a oír limitaciones: “No hagas eso”, “ten cuidado” y “esto no se puede”. A esos mayores también les dijeron lo mismo de pequeños y creyeron que repetírtelo sería lo correcto. Entonces te programaron con el miedo. Pero se extralimitaron. Al final tantos “no toques eso”, “no vayas sólo de viaje”, o “ten cuidado” te acostumbraron a la palabra “no”. Y ahora el 90% de las personas va con el freno puesto. Surge una oportunidad y lo primero es “no puedo”. Aceptan lo que oyeron como la única verdad y tienen un concepto bajo de sí mismos. “No soy tan listo para estudiar eso.” “No soy lo suficientemente bueno para trabajar por mi cuenta y ganar mucho dinero.” “No tengo la educación necesaria para ser el mejor.” “No valgo para ese deporte.” Ven algo nuevo y su primera reacción es decir que es imposible. Viven en un cómodo “no puedo”. Algunos crecieron tan sobreprotegidos que hoy carecen de la mínima iniciativa. ¿Y cuál es la realidad? Que esos miedos son irreales. Todos. Tus miedos los has creado tu mismo. La única verdad es que si crees que puedes, puedes. Olvida lo que te dijeron. Has nacido sin miedo, así que vuelve a pensar como cuando eras pequeño. Los miedos aprendidos los puedes “desaprender”. De acuerdo que un miedo moderado es necesario para no meterse en situaciones de peligro. Un pequeño miedo al rechazo también es bueno para la buena educación y la convivencia. ¿Pero el resto de miedos? Prescindibles. Sólo te provocarán aislamiento y parálisis.
Ojo a este miedo escondido: el miedo al rechazo
Uno de los miedos más peligrosos (por ser invisible), es el miedo al rechazo y al qué dirán. De pequeños necesitábamos la ayuda de los mayores para comer y andar, sin ellos no éramos nada. Pero tras una protección excesiva muchos creen que siguen dependiendo al 100% de los demás y son demasiado sensibles a lo que piensen. Para protegerse han desarrollado una timidez exagerada junto con un miedo al qué dirán. Atenazados para intentar algo nuevo, ni se plantean un cambio de vida o de trabajo. Aunque tengan talento nunca harán nada por sí mismos. Nunca intentarán nada y nunca conseguirán nada. Son presa fácil de los líderes del rebaño en busca de seguidores débiles. Les controlarán sin problemas desaprobándoles sutilmente cualquier cambio.
Cómo eliminar cualquier miedo
Se que no estás dispuesto a que el miedo te atenace. Y estás de enhorabuena. Porque verás que puedes vencer cualquier miedo. Primero piensa que el miedo es normal. No te sientas mal por tenerlo. El que diga que no tiene miedo miente, todos tienen miedo. Pero la diferencia es que tú actuarás a pesar de él. Podrías no hacerlo, pero tú sí te atreverás. Motívate diciendo que eres distinto y ganarás. Tú no te sabotearás, mirarás al miedo a la cara y darás un paso. Esa será la clave en los momentos decisivos de tu vida. ¿Quieres tener tu propia organización? ¿Quieres ser financieramente independiente? ¿Quieres ser inmensamente rico? ¿Quieres vivir tu vida viajando por el mundo? Sea cual sea tu meta habrá momentos en que tendrás que dar un paso adelante a pesar del miedo. Así que desea ferozmente tus objetivos. Así darás siempre un paso adelante a pesar del miedo. Habla cuando más te cueste, actúa cuando más te cueste y párate a pensar cuando más te cueste. Y entonces llegarán resultados espectaculares. Piensa que el momento del miedo no llega a tres segundos desde que aparece hasta que actúas. Tres segundos y adiós miedo. Todos los valientes pasaron por lo mismo. Empezaron desde la peor situación y lo consiguieron todo atravesando esa barrera de tres segundos. Sólo tres segundos donde decidieron seguir pasara lo que pasara. La mayoría no se enfrenta a esos tres segundos, pero si lo intentas verás que es fácil. Un pellizco y habrás ganado. Después surgirán fuerzas de la nada por haberte atrevido. Sólo fue cerrar los ojos y dar el salto. Después de tu iniciativa todo se disparó, conociste a quien necesitabas, apareció la mejor oportunidad de inversión y te relacionaste con la persona que siempre quisiste. Cuando tú arrancaste, la providencia arrancó contigo. El fenómeno de lanzarte y que aparezcan las oportunidades está muy documentado a lo largo de la historia. Mira la vida de científicos, conquistadores, artistas, escritores o economistas que lograron algo grande y verás que triunfaron cuando se lanzaron sin vuelta atrás. Un mundo de oportunidades, contactos y casualidades les benefició cuando decidieron actuar a pesar del miedo.
Cuidado, no siempre tienes miedo a lo que crees
Tras aceptar el miedo, pregúntate de qué tienes miedo realmente. Porque nada es lo que parece. Un miedo a intentar algo puede encubrir el vértigo que da la responsabilidad de tener más ingresos, más decisiones y más poder sobre otros. Si escarbas verás que el miedo al éxito va disfrazado de miedo al fracaso. A lo mejor estás aplazando una decisión por miedo a tener más en vez de a perder. Es normal porque si juegas en primera tendrás rivales de primera. Si tu negocio crece tendrás mil ojos puestos en ti, si eres un buen actor mirarán con lupa tus actuaciones y si escribes buenos libros te enfrentarás a los críticos. Por eso el miedo no siempre es lo que parece. Demasiadas veces es un miedo al éxito y a la responsabilidad. ¿Qué harás con la presión? ¿Qué pasará si no estás a la altura? ¿No sería más cómodo ganar una tercera parte y olvidar la satisfacción personal? Para empezar te diré que tranquilo, sólo puedes ganar si lo intentas. Cuando llegues arriba tendrás vértigo, pero se irá enseguida. Es mucho más satisfactorio aceptar nuevos retos que estancarte. No hay comparación. Y una vez arriba si haces las cosas medianamente bien podrás mantenerte. Pero esto es algo que no saben muchos.
El truco para saber a qué temes realmente
Una manera de conocer el verdadero miedo es imaginar el peor escenario posible y decir: “Puedo con ello”. Entonces sabrás lo que realmente temes y nada te frenará. Cuando conoces tu verdadero miedo diseñarás las mejores estrategias de ataque y actuarás con total seguridad en ti mismo. Imagina siempre el peor escenario. Imagina que tomas esa decisión y tu negocio fracasa. Puedes con ello. Imagina que subes a una nueva posición y te ridiculizan. Puedes con ello. Imagina que propones tu plan y no están de acuerdo. Puedes con ello. Imagina que dejas tu casa y tu ciudad para viajar por el mundo buscando tu estilo de vida ideal y resulta ser un fracaso. Puedes con ello. Si eliges una estrategia arriesgada para las próximas semanas, porque crees que dará resultados pero fracasas, ¡puedes con ello! Siempre puedes con ello. Sabiendo eso lo intentarás sin miedo. Y la experiencia que ganarás será impagable pase lo que pase. Imaginar el peor escenario desnuda el miedo y te da valor. Si fracasas podrás con ello, pero si ganas… Con este truco no dudarás en invertir unas semanas de tu vida en un proyecto que te hará crecer y ganar dinero, arriesgando incluso tu actual trabajo. Si al final el proyecto fracasa podrás con ello. Además con lo que habrás aprendido estarás en mejor posición. No intentarlo hubiera sido lo peor. El beneficio de la experiencia y un aprendizaje de calle supera a cualquier carrera universitaria. Serás más fuerte y más listo sólo por intentarlo.
Adiós a ir con el freno de mano puesto
¿Por qué ir con el freno puesto viendo sólo los obstáculos? Visualiza sólo lo bueno que vas a conseguir y el universo conspirará contigo para que lo consigas. Te dará toda la energía, el don de gentes y la capacidad de liderazgo para conseguir tus objetivos. Si sólo ves la parte buena atraerás las personas y los recursos necesarios. Levanta el pie del freno y elimina tus obstáculos. Sólo están en tu mente. Cualquier situación que te imponga, alguien con mayores limitaciones ya la superó. Cuando tus excusas favoritas aparezcan, piensa: "Si alguien lo consiguió yo también puedo. ¿Por qué yo no?" Y así te crearás el futuro que buscas. Tus únicos límites los creas tu mismo. Así que dales la vuelta y piensa que puedes conseguirlo todo. Si ambicionas algo fuertemente será tuyo. El único límite es la intensidad con que lo desees. Así que visualiza tu objetivo, escríbelo y haz un plan. Así se fijará mejor en tu cerebro. Con tu deseo en mente y un plan lo conseguirás.
Lo malo es bueno
Perder un trabajo puede ser bueno, perder un matrimonio puede ser bueno y perder todo tu dinero puede ser bueno. Como lo oyes, lo que parece malo trae unos beneficios enormes. Si persigues fuertemente algo, la oportunidad saldrá por donde menos te lo esperes. Aunque sea a través de un problema. Un día surge un revés y al salir de tu zona de comodidad shockeado ves mil posibilidades mucho mayores. Cambias de hábitos, conoces gente nueva y actúas diferente. Entonces empiezan las “casualidades” y recuperas lo perdido ganando muchísimo más. Ahora disfrutas la vida de verdad. Gracias problema. Gracias por liberarme del lastre que era mi anterior situación. Lo malo es bueno, muy bueno.
MISIÓN 3
Escribe tu miedo principal y decide dar un primer paso, uno sólo, para vencerlo. Verás qué todo es fácil cuando das un primer paso. Vale con escribir dos líneas sobre ese macroproyecto que te impone. Vale con entrar y salir rápidamente del ascensor si tienes fobia a los sitios cerrados. Vale con hacer un comentario sobre un tema del que te cueste hablar. Vale con acercarte a un sitio que temas para ver que no pasa nada. ¿Qué es lo peor que te puede pasar por intentarlo? Nada. Cuando des un sólo paso verás que todo es posible.
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