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domingo, 21 de agosto de 2022

Henry Ford, historia de un sueño cumplido


Henry Ford ha sido uno de los pilares en los que se ha basado la industria del automóvil
. La figura de este norteamericano de ascendencia irlandesa estará siempre vinculada al mundo del motor, la producción en serie y los vehículos destinados al consumo masivo. Esta es su historia.

Henry Ford nació el 30 de julio de 1863 en Dearborn, Michigan. Su padre, William Ford, había llegado como emigrante al nuevo continente, procedente de Irlanda, 16 años antes. La familia Ford se dedicaba por entonces a la agricultura en una pequeña granja.

Para situar al personaje en su contexto histórico, destacar que en el año de su nacimiento entró en vigor el Acta de Emancipación, firmada por Abraham Lincoln el año anterior, que otorgaba la libertad a los esclavos de los estados del sur. Ese mismo año, unos días antes del nacimiento de Henry, se produjo la famosa y dramática batalla de Gettysburg, punto de inflexión en la Guerra de Secesión norteamericana, iniciada dos años antes.

El joven Henry creció en un ambiente rural junto a sus cinco hermanos. En aquellos tiempos y aunque desde el punto de vista histórico ya se había consumado la denominada Revolución Industrial, el éxito de una familia de campesinos se basaba en la fuerza del trabajo de sus miembros.

No obstante Henry demostró desde su infancia un gran interés por la mecánica y su padre, a pesar de la dominante cultural de la época, no se opuso a ésta vocación. En una visita que realizaron juntos a Detroit en 1873, tuvo su primer contacto con un vehículo no tirado por caballos, un automóvil impulsado por vapor.

Esa circunstancia desató en Henry una pasión en la que trabajaría los años siguientes hasta conseguir construir su primer automóvil. Completados los escasos estudios a los que tuvo acceso, comenzó a trabajar en Detroit como aprendiz a los 16 años.

Trabajó primero en un taller de relojería y posteriormente como mecánico de Westinghouse reparando tractores y trilladoras accionados por vapor. En ésta etapa adquirió una gran experiencia como mecánico que sería fundamental en el futuro.

Al conocer de cerca el esfuerzo físico que se requería para las labores del campo y el las ventajas que aportaban estas máquinas, su primera intención fue construir una de ellas. Luego cambió de idea al entender la necesidad del transporte en su país para cubrir sus enormes distancias.

Henry contrajo matrimonio con Clara Bryant, hija de un granjero vecino de su familia y por costumbres de la época también, la dote de Clara consistió en 16 hectáreas de bosque. Esto devolvió al joven Ford al ambiente rural apartándose de sus planes.

Henry no estaba hecho para el campo y en cuanto tuvo ocasión, se trasladó nuevamente a la ciudad. Trabajó en la Detroit Edison Company y a los 30 años Ford ya era el ingeniero jefe de ésta compañía, un gran mérito para una persona sin apenas formación.

El puesto le otorgaba mayores recursos económicos y tiempo suficiente para continuar con su proyecto de construcción de un vehículo de gasolina. Hacía tiempo que Henry había descartado el vapor como medio de propulsión.

En 1893 el primer prototipo estaba casi completamente terminado, faltaban detalles pero era ya una máquina completamente funcional. Había llegado el momento de buscar inversores para continuar y ésto, en el hervidero industrial que era Detroit, no era difícil de conseguir.

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